Publicado 01/07/2014 06:32

La NASA prueba una nueva tecnología para colocar cargas pesadas en Marte

La NASA prueba el  LDSD
NASA/JPL-CALTECH


WASHINGTON, 1 Jul. (Notimérica/EP) -

Con el fin de poner a prueba una nueva tecnología que será utilizada para colocar cargas pesadas sobre Marte, la NASA ha dejado caer un vehículo con forma de platillo volador desde un globo de helio muy por encima de la superficie de la Tierra.

El Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (LDSD) fue lanzado el pasado sábado, 28 de junio, frente a las costas de la Planta de Misiles del Pacífico, que pertenece a la Marina de Estados Unidos, en Kauai, a las 8.15 de la mañana, hora local de Hawai.

A las 11.05, el vehículo de prueba LDSD cayó lejos del globo como estaba previsto y comenzó el vuelo a motor. El globo y el vehículo de prueba se encontraban a unos 36.580 metros, cerca de 120.000 pies, sobre el Océano Pacífico en el momento de la caída.

El vehículo cayó al océano aproximadamente a las 11.35, después de concluir el vuelo de prueba de ingeniería. El hardware del vehículo de prueba, la caja negra grabadora de datos y el paracaídas fueron recuperados más tarde.

El objetivo de este vuelo es poner a prueba dispositivos de aterrizaje interplanetarios, ya que a medida que la NASA planee misiones robot a Marte cada vez más ambiciosas, preparando el terreno para futuras expediciones científicas con seres humanos, las misiones requerirán naves espaciales más grandes y más pesadas.

El objetivo del proyecto LDSD es ver si el vehículo de prueba de vanguardia, impulsado por un cohete, funciona tal como fue diseñado, en el espacio cercano a altos números de Mach, informa la NASA en su web.

Antes del vuelo, Mark Adler, gerente del proyecto del Desacelerador Supersónico de Baja Densidad, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, explicaba así el vuelo: "Usamos un globo de helio para levantar nuestro vehículo a 36.580 metros (120.000 pies). Desde allí, lo dejamos caer durante un segundo y medio. Luego, solo debe adquirir altura y velocidad; y después debe frenar".

Una fracción de segundo después de caer desde el globo, y a unos pocos metros debajo de él, se encenderán cuatro pequeños motores de cohete con el fin de poner a punto el platillo y estabilizarlo giroscópicamente. Medio segundo después, un motor de cohete Star 48B, de combustible sólido y tobera larga, alcanzará un empuje de 7.937 kilogramos y enviará al vehículo de prueba hacia el límite de la estratosfera.

"Nuestro objetivo es lograr una altitud y una velocidad que estimulen la clase de ambiente con la que uno de nuestros vehículos se encontraría al volar en la atmósfera marciana", dijo Ian Clark, principal investigador del proyecto LDSD, en el JPL. "Llegamos al punto máximo alrededor de los 54.860 metros y a la velocidad Mach 4. Luego, al desacelerar a Mach 3,8, desplegamos el primero de dos nuevos sistemas de frenos atmosféricos", dijo.

El equipo de gestión del proyecto decidió también hacer volar dos tecnologías de desaceleración supersónicas que serán puestas a prueba exhaustivamente durante dos pruebas de vuelo más del LDSD, el año próximo. Se trata del Desacelerador Aerodinámico Inflable Supersónico, SIAD, y el paracaídas supersónico.

"Todo apunta a que el SIAD se desplegó sin problemas, y por eso tuvimos la oportunidad de probar la segunda tecnología, el paracaídas supersónico," dijo Clarck.

El SIAD, el cual es esencialmente una rosquilla inflable que aumenta el tamaño del vehículo y, como resultado, incrementa su arrastre, se despliega una velocidad de alrededor de Mach 3,8.

Este desacelerador rápidamente frena el vehículo a una velocidad de Mach 2,5, donde el paracaídas supersónico más grande de la historia golpea primero el flujo supersónico.

La descarga de imágenes en tiempo real desde el vehículo de pruebas indican que el paracaídas no se desplegó según lo previsto, y el equipo todavía está analizando los datos sobre el paracaídas para adquirir más experiencia y que los datos obtenidos puedan aplicarse durante los próximos vuelos de prueba, previstos para principios del próximo año.

Con el fin de obtener mayor capacidad de carga a Marte, y para allanar el camino para futuros exploradores humanos, tecnologías de vanguardia como LDSD son críticas. Entre otras aplicaciones, esta nueva tecnología espacial permitirá la entrega de suministros y materiales necesarios para misiones de larga duración al Planeta Rojo.

"Todo este esfuerzo fue exactamente el fantástico trabajo de todo el equipo y es un momento de orgullo para la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la NASA", dijo Dorothy Rasco, administradora asociada adjunta de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la NASA en Washington.

"Este vuelo nos recuerda el sentido de que la NASA se enfrenta a problemas técnicos difíciles, y porqué los ponemos a prueba --aprender y construir las herramientas que necesitaremos para el futuro de la exploración espacial--. La tecnología impulsa la exploración, y el vuelo de ayer es un ejemplo perfecto del tipo de tecnologías que estamos desarrollando para explorar nuestro sistema solar", aseguró.