A dos semanas de que se reanuden las conversaciones para modificar el tratado comercial, Canadá dice estar convencido del abandono de Trump, mientras el Gobierno azteca insinúa que podría aceptar las condiciones que exige EEUU
MADRID, 11 Ene. (OTR/PRESS/Notimérica) -
La retirada de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podría tener un "impacto" negativo en el peso mexicano, según ha informado el miércoles el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz León.
Díaz ha indicado que la salida de Washington, cuyas demandas han estancado el proceso de renegociación del tratado, podría obstaculizar la reducción de la inflación en el país latinoamericano, que se tornaría "más compleja".
Los comentarios del gobernador del Banco de México han tenido lugar después de que varias fuentes del Gobierno de Canadá expresaran en declaraciones a la agencia de noticias Reuters que temen que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anuncie pronto que el país se retirará del TLCAN.
A dos semanas de que se reanude la sexta ronda de negociaciones para modificar los términos del tratado comercial por exigencia del presidente Trump; el ministro de Economía de México, Idelfonso Guajardo, ha efectuado unas declaraciones en las que ha dejado entrever que su país debería "ser sensible" a las exigencias estadounidenses en diversos puntos del sector automotriz, según recoge Univisión.
Guajardo ha señalado que hay un terreno común y ha explicado que el fortalecimiento de las normas de contenido regional para los automóviles ofrece la oportunidad de lograr una victoria para las tres naciones: México, Estados Unidos y Canadá.
"La lista de rastreabilidad para algunos componentes del automóvil necesita ser reconsiderada en vista de las nuevas tecnologías para enviar señales adecuadas sobre el fortalecimiento de las cadenas de valor en América del Norte", ha dicho el ministro de Economía mexicano en referencia a la reclamación de EEUU que exige que se deben producir más automóviles en su territorio como requisito para continuar con las negociaciones.
Desde la Casa Blanca han demandado elevar el umbral mínimo del contenido regional en los vehículos del 62,5% al 85% y desde Canadá y México se han opuesto a esta medida.
Trump quiere atraer la producción dentro del territorio estadounidense con el objetivo de más empleos para sus conciudadanos. Sin embargo, desde la industrial automotriz han cuestionado la viabilidad de la propuesta del magnate porque una mano de obra más cara, aumentaría los precios finales y rebajaría la competitividad.
Para México, la industria del automóvil supone el 3 por ciento de su PIB. Por todo esto, y porque si EEUU sale del NAFTA el valor del peso mexicano podría alterarse, el gobierno azteca quiere limar las posibles asperezas y dificultar a Washington que abandone el tratado comercial.
Desde que comenzaron las renegociaciones del acuerdo, el Gobierno mexicano ha buscado otras vías para reducir su dependencia de las importancias y exportaciones de Estados Unidos.
A principios de 2017, las partes destacaron la importancia de cerrar el acuerdo "lo antes previsto" para modernizar el anterior y ajustar así a las nuevas necesidades el pacto que regula sus relaciones desde hace diecisiete años.
Sin embargo, Trump ha amenazado en varias ocasiones con abandonarlo, ya que lo considera el "peor tratado jamás firmado". Poco después de iniciar las conversaciones, el dirigente estadounidense aseguró que el tratado "probablemente" tendría que finalizar en algún momento.
La firma de una carta de retirada por parte del magnate podría convertirse en la estrategia definitiva de Washington para presionar a las partes a favor de la posición estadounidense en el marco de las conversaciones.
Los negociadores deberán reunirse en Montreal del 23 al 28 de enero para la sexta de las siete rondas previstas de conversaciones, con grandes diferencias entre los Estados Unidos por un lado y México y Canadá por el otro. Las conversaciones están programadas para concluir a fines de marzo.
Estados Unidos, Canadá y México llevan cerca de un año inmersos en estas negociaciones que confiaban que concluyeran en 2017. Sin embargo, las propuestas formuladas por Washington en las últimas rondas obligaron a prolongar el diálogo al menos hasta el primer trimestre de 2018.
Los socios reconocieron al término de las últimas rondas que "las nuevas propuestas han creado desafíos" porque hay "diferencias conceptuales" sobre las mismas. Entre las novedades destacan la intención de Washington de dar al NAFTA una vigencia de tan solo cinco años y de diluir los mecanismos de solución de controversias.
El presidente de Estados Unidos tiene previsto acudir a finales de mes al Foro Mundial sobre Economía de Davos. Quiere presentar ante los líderes mundiales su plan de 'América primero', bastante difícil de conciliar en un mundo globalizado que busca establecer acuerdos comerciales a gran escala pero que el propio Trump se empeña en dinamitar en defensa de una política proteccionista.