MADRID, 29 Ene. (Notimérica) -
Las dificultades económicas y sociales del Gobierno de Venezuela traspasan fronteras. Prueba de ello es la descorazonada situación de las personas de la tercera edad residentes en el exterior.
Hoy en día, se calcula que casi 10.000 jubilados venezolanos residentes en el extranjero llevan varios meses sin recibir el dinero correspondiente a su pensión.
Esta realidad ha llevado a los pensionistas a agruparse a nivel mundial con la creación de la organización Jubilados de Venezuela en el Exterior (JVE), presidida por el exprofesor de la Universidad de Carabobo, Miguel Megias, quien denuncia lo que está sucediendo a través del blog 'Jubilados en el exterior'.
La organización tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los ancianos que viven fuera de su país y defender sus derechos, no garantizados actualmente por el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
En declaraciones a Notimérica, Megias, quien ahora reside en la localidad española de Granada, ubicada en el sur del país, relató la difícil etapa que están viviendo personas como él, que se encuentran desprotegidas y sin recursos después de décadas de trabajo.
Según el profesor, el problema comenzó en el 2014, aunque ha sido en el 2015 cuando la situación ha alcanzado dimensiones mayores.
En Venezuela, la edad de jubilación es de 60 años para los hombres y 55 para las mujeres. De acuerdo con la legislación, aquellos pensionistas que decidan vivir fuera de su país natal tienen derecho a recibir su pensión a través de la transferencia de divisas.
Entre 2003 y 2014 este procedimiento era competencia de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), que solía cumplir con los plazos establecidos, permitiéndoles a los ancianos acceder a su pensión.
RETRASOS Y NUEVAS RESTRICCIONES
"Esto se mantiene hasta 2014, cuando comienzan los retrasos, las restricciones y las solicitudes denegadas alegando reglas que no están escritas", explica el presidente de JVE.
Entre ellas, destaca el límite de tiempo para la solicitud de los pagos, inexistente hasta entonces; los jubilados dispondrían de los primeros 45 días del semestre para solicitar su dinero. La reforma, que no fue debidamente comunicada, provocó que muchos jubilados no recibieran su pensión en los siguientes seis meses.
En este sentido, el cambio coincide con la supresión de CADIVI, cuyas responsabilidades son asumidas por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex).
De acuerdo con el decreto del 14 de abril de 2014, que hizo pública la noticia, el traspaso no afectaría a las operaciones y se realizaría "progresivamente cuando la naturaleza de la competencia y los mecanismos para su ejercicio no permitan su traslado inmediato".
Asimismo, otro de los impedimentos que se encuentra este colectivo es la imposibilidad de permanecer en Venezuela por un periodo superior a 30 días. "Si viajo a mi país durante más de un mes, entonces no recibiré mi pensión en los siguientes seis meses; queda retenida y la cantidad me llegaría medio año después. ¿Cómo se puede vivir así?", se pregunta Megias.
Muchos pensionistas desean viajar a su país para pasar tiempo con la familia que aún reside en Venezuela o, sencillamente, disfrutar unas semanas del lugar en el que han vivido gran parte de su vida. Sin embargo, esta medida provoca que la mayoría no pueda permitírselo.
A pesar de los diversos impedimentos, las personas de la tercera edad residentes en el exterior podían disponer de sus pensiones en el plazo acordado o con ligeros retrasos y cubrir sus necesidades básicas. Al menos, hasta el verano de 2015.
SOLICITUDES APROBADAS PERO "NI UN CENTAVO"
"Por aquellas fechas, muchos de nosotros estábamos al tanto del nuevo plazo límite para solicitar la pensión del segundo semestre: el 15 de agosto de 2015", relata el exprofesor.
Tras la solicitud, llegó el correspondiente e-mail de aprobación, el cual debería preceder a la transferencia de las divisas. Unas divisas que, casi medio año después, aún no han llegado.
"Desde la organización, estimamos que existen entre 6.000 y 8.000 personas con el pago aprobado pero sin un centavo", informa Megias.
Esta situación ha llevado a condiciones precarias a muchos de los afectados, que no disponen de recursos ni se encuentran en condiciones de trabajar. "Gran parte de estas personas que llevan meses sin recibir ni un dólar no están bien de salud, por lo que no tienen manera de obtener ingresos. Sólo les queda la pensión", declaró apenado el responsable de JVE.
LA RESPUESTA DEL GOBIERNO
Entretanto, el Gobierno de Maduro, que decretó estado de emergencia económica hace dos semanas, justifica lo que está sucediendo con el bajo precio del petróleo, un "argumento falaz" para Megias.
"Como un buen padre de familia, el Gobierno debe administrar lo que tiene con criterio y no dejar a miles de personas sin recursos para sobrevivir", asevera.
Ante esto, la organización puso en marcha hace dos meses una campaña de concienciación para hacer llegar a las autoridades las penurias que está viviendo este colectivo. Afortunadamente, lo sucedido fue recogido por el diputado y presidente de la Comisión Permanente de Política Exterior, Luis Florido, quien se ha encargado de designar a una subcomisión, encabezada por el diputado Timoteo Zambrano, para tratar la cuestión.
LA SITUACIÓN LLEGA A LA ASAMBLEA NACIONAL
"Vamos a entrar en el fondo de la materia, en este Parlamento no vamos a esconder nada y vamos a actuar con absoluta responsabilidad e institucionalidad", sentenció Florido, según medios locales, al tiempo que agregó que la situación afecta a "los residentes en el exterior que deben recibir divisas del Estado Venezolano, estudiantes y jubilados".
Por su parte, la organización tiene puestas todas sus esperanzas en esta subcomisión. "Confiamos en que gracias a la intervención de Florido nos hagamos oír", expresa Megias.
Según el pensionista, a través de la subcomisión, encabezada por el diputado Timoteo Zambrano, se pondrán en contacto con el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, encargado de dar luz verde a los suministros de las divisas a Cencoex.
Asimismo, el colectivo también está avanzando gracias a la repercusión social que ha adquirido el asunto, así como a la recogida de firmas que está llevando a cabo a través de Avaaz. "Ya hay más de 1.000 firmantes", dice orgullosa la principal voz de miles de venezolanos que residen, en su mayoría, en España y Estados Unidos.
"Esperamos que logren encauzar este problema cuanto antes. Es casi un tema de crisis humanitaria en un Gobierno que dice ser socialista, deben solventarlo pronto", concluye.