MADRID, 1 May. (Notimérica) -
El 1 de mayo se celebra el conocido Día Internacional de los Trabajadores o Día del Trabajo, jornada en la que se disfruta de un día libre pero cuyo origen esconde una historia de lucha.
Fue en el contexto de la revolución industrial americana, en el año 1886 cuando en Estados Unidos los trabajadores comienzan a defender una jornada laboral de 8 horas, en base a la teoría de tal cantidad de tiempo para trabajar, para dormir y para la casa.
Hasta el momento, existía una multa de 25 dólares en algunos estados del país que limitaba el tiempo máximo que se podía trabajara 18 horas seguidas. En este contexto, el sindicato con más fuerza decidió que sería el primero de mayo de 1886 cuando las jornadas se rebajarían a 8 horas, y amenazaron a la patronal con una gran huelga si no accedían a su petición. Una gran cantidad lograron su objetivo a través de la amenaza de huelga, pero los que no lo consiguieron, salieron a las calles el día establecido.
Pese a la promulgación de la 'Ley Ingersoll' en 1886 por parte del presidente de Estados Unidos Andrew Johnson, las condiciones seguían siendo insoportables. La ley establecía 8 horas de trabajo diarias pero numerosos estados la sancionaron y aumentaron a 14 y 18 horas diarias la jornada. Así, las organizaciones laborales y sindicales se movilizaron.
Son conocidos los enfrentamientos entre los protestantes y la Policía de Chicago, que duraron cuatro días y resultaron muy violentos. El día 4 de mayo se concentraron en la Plaza de Haymarket de la ciudad 200.000 trabajadores, en donde la tensión entre las partes estaba en su punto más alto después de haberse producido los choques durante los tres días anteriores.
La manifestación concluyó en la plaza con la explosión de un artefacto que mató a un policía, cuya respuesta grupal fue abrir fuego sobre la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a centenares de obreros que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.
Entre los manifestantes, 31 personas fueron detenidas, de las tres fueron condenados a prisión y cinco a la horca. Tres de ellos eran periodistas, uno tipógrafo y otro carpintero. A pesar de no haberse probado nada en su contra, los ocho fueron declarados culpables, acusados de ser enemigos de la sociedad y del orden establecido.
Así fue como en honor a la lucha por la jornada de 8 horas y en recuerdo de estas cinco personas conocidas como 'los mártires de Chicago', se declaró en París en 1889 el 1 de mayo como el Día del Trabajador por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional.
MIEDO AL SOCIALISMO
Sin embargo, pese a la lucha de Chicago, Estados Unidos es uno de los países que no celebran esta el Día Internacional de los Trabajadores el 1 de mayo, ya que trasladaron la conmemoración al primer lunes de septiembre. La modificación fue propuesta por el dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union.
Con el traslado del día internacional de los países, que son de colonización británica, se pretende desvincular su celebración del movimiento obrero para no identificarlo con el socialismo.
Canadá también celebra el 'Labor Day' el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre; en Australia cada estado federal decide la fecha de celebración, que son el primer lunes de octubre, el primer y segundo lunes de marzo y el primero de mayo.