BUENOS AIRES, 22 Feb. (Notimérica) -
A poco más de una semana del comienzo de las clases, las negociaciones por el aumento salarial a los docentes argentinos siguen estancadas, ya que la última oferta del Gobierno nacional ha sido de un 22%, pero los sindicatos quieren una subida del 38%. Esta diferencia correspondería a la guerra de cifras por la inflación, situada en el 23% por el Gobierno y en el 38% por consultoras privadas.
En los últimos años en Argentina, las negociaciones entre docentes y Gobierno nacional por el aumento salarial --"paritarias docentes", como las llaman en el país-- se han convertido en un clásico del mes de febrero. En este 2015, sin embargo, la convulsión del escenario político ha provocado que esta negociación pase a un segundo plano mediático.
Por el momento, las negociaciones no avanzan y las diferencias entre las partes son muy grandes. El Gobierno ha ofrecido a los docentes una subida del 22%, pero los sindicatos de docentes la han rechazado y han pedido un aumento del 38,6%. Si las partes no llegan a un acuerdo en la próxima semana, el comienzo de las clases podría atrasarse otra vez.
El año pasado las negociaciones no se cerraron hasta el último día de marzo, y en varias provincias las huelgas docentes provocaron el retraso del comienzo de las clases. En esa negociación, los sindicatos docentes y el Gobierno cerraron un acuerdo por un aumento del 28,7%.
En aquel entonces, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en cuyos datos se basa el Gobierno, había calculado una inflación de 10,9% acumulada durante 2013. Sin embargo, la media de las consultoras privadas arrojaron un índice muy diferente: 28,38%. Por tanto, el acuerdo al que llegaron docentes y Gobierno se correspondió con el índice de las privadas, no con el del INDEC.
El acuerdo de 2014 supuso un avance frente a las negociaciones de 2012 y 2013, que fueron cerradas por el Gobierno de manera unilateral y dieron lugar a numerosas huelgas docentes.
Por otra parte, es importante destacar que la negociación a nivel nacional es tan sólo una de las negociaciones de docentes, ya que algunas provincias negocian el piso de subida salarial por separado, si bien esta paritaria es una de las más representativas junto a la de la provincia de Buenos Aires.
INFLACIÓN Y SUELDOS DOCENTES
La inflación se ha convertido en el principal problema que arrastra la economía argentina desde hace décadas, con episodios especialmente dramáticos en la historia, como la hiperinflación de 1989, donde los precios aumentaban incluso en el lapso de tiempo que se pasaba dentro del supermercado.
Para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo es fundamental que los sueldos aumenten a la par que la inflación, algo que no siempre ocurre cuando la inflación es demasiado alta.
En Argentina, durante los últimos años, se ha producido una guerra de cifras entre el INDEC y las consultoras privadas. Sin ir más lejos, el organismo oficial ha calculado una inflación acumulada en 2014 de 23,9%, pero la media de las consultoras privadas es del 38,5%. En cualquiera de los dos casos, es la segunda inflación más alta del mundo, sólo superada por Venezuela.
En la actualidad, el sueldo básico de un docente en su primer año de clase es de 4.400 pesos argentinos (505 dólares al cambio oficial). Si los docentes consiguen el aumento del 38,6% tal y como solicitan, este sueldo básico se situaría en 6.100 pesos (700 dólares), mientras que el ofrecimiento del 22% del Gobierno lo dejaría en 5.368 pesos (615 dólares).
Desde la Federación de Educadores Bonaerenses comunicaron que un docente "que recién se inicia debe percibir un salario de bolsillo (neto) superior a los 7.000 pesos", según dijo su presidenta, Mirta Petrocini.
Por su parte, el secretario gremial de CTERA, uno de los sindicatos participantes en la paritaria nacional, Eduardo López, dijo que el 22% es "insuficiente" y que "el Ministerio de Educación debe mejorar sustancialmente la oferta salarial", ya que pronto comienza el calendario escolar.