MADRID, 5 Jun. (Notimérica) -
Antes era la colonia San Miguel Los Lotes --en la ciudad de Escuintla, a 35 kilómetros al sur de la capital guatemalteca--, ahora son los restos de un pequeño barrio bajo tres metros de sedimentos. El domingo, el volcán de Fuego arrasó con todo en esta comunidad, la más afectada por su erupción.
La escuela, las casas, los cultivos de café y piña, los animales, y centenares de personas. Todo esto está ahora soterrado bajo palmos de polvo y ceniza que antes fueron una avalancha de lava, piedras y lodo. Tal y como lo ha descrito la 'BBC Mundo', ahora parece un paisaje lunar: todo en blanco y negro, solo interrumpido por focos de fuego entre escombros.
Según el jefe de comunicación de bomberos voluntarios, Erwin Villagrán, el 80 por ciento de los fallecidos en la catástrofe pertenecía a San Miguel de Los Lotes. Hasta el lugar se han trasladado desde que tuvieran lucha los hechos cientos de personas, entre voluntarios y equipos de rescate y auxilio. El panorama que estos han visto es, como indican, desolador. "No estábamos preparados para esto", indican al medio citado con anterioridad.
Cuerpos totalmente calcinados, algunos que ya son únicamente hueso, yacen por todas partes. En las carreteras, en lo que queda de las viviendas, entre los árboles... Los efectos del volcán alcanzaron todo. Por ello, las autoridades y los rescatistas consideran que la tarea de encontrar supervivientes será complicado, más teniendo en cuenta el calor que aún emanan los restos de sedimento que han quedado en la comunidad y que dificultan sus tareas.
De hecho, el cirujano del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Gustavo Refinos, quien llegó hasta el lugar este lunes para prestar ayuda, indica a 'BBC Mundo' respecto a las labores de rescate de supervivientes que "de momento, no ha salido ningún herido [...] Todas las personas que han salido, han salido fallecidas", lamenta.
Además, la confusión no ayuda. Tal y como indica un funcionario de la Coordinadora Nacional para la Red de Desastres (CONRED), Andrés Guevara, a 'BBC Mundo': "No sabemos cuánta gente todavía ha fallecido, porque no sabemos cuánta gente vive allí, no hay un censo actualizado, son casas desperdigadas por las montañas". Se cree que, aproximadamente, eran 400 las personas que residían en la aldea, pero no se sabe la cifra con exactitud.
"Se está temiendo lo peor, que la mayoría de las personas no haya podido escapar", decían algunos de los supervivientes a 'Prensa Libre', es "la Pompeya de Guatemala". Tal y como cuentan la mayor parte de supervivientes, la lava y la erupción les pilló por sorpresa a todos, no se dio aviso de ningún tipo. Muchos de los que pudieron correr y escapar, hoy tienen los pies vendados por el calor del suelo. Asimismo, por eso tanta gente se quedó enterrada, explican.
"No dio tiempo a nada, la lava se nos venía encima. Solo podíamos correr y llorar sin mirar atrás", rememora al diario 'El País' Olga González, de 46 años. Consiguió huir de la mano junto a sus dos hijos y tres sobrinos, pero como cuenta, "allí quedó mi padre y mi sobrina". Como su testimonio, el de decenas de personas que lo han perdido todo. Todo.
Las autoridades guatemaltecas han indicado que la explosión del volcán de Fuego ha afectado a 1,7 millones de personas de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, donde el Gobierno de Guatemala ha activado la alerta roja, mientras que el resto del país se encuentra en alerta naranja.