Actualizado 29/11/2014 21:32

La CIA recuerda a sus héroes caídos en batalla

Sede de la CIA en Virginia
Foto: Reuters

WASHINGTON, 29 Nov. (Notimérica) -

   La CIA ha querido una vez más rememorar a alguno de sus integrantes que murieron mientras cumplía con el país estadounidense, o como ellos mismos dicen, "que han hecho el servicio máximo".

   Actualmente, hay 111 estrellas talladas en el mármol de la 'CIA Memorial Wall'. Estas 111 estrellas representan a integrantes de la CIA muertos mientras ejercían su profesión, "que dieron su vida al servicio de su país". La CIA ha dado a conocer los nombres de 80 empleados, pero los nombres de los 31 oficiales restantes deben mantenerse en secreto, incluso en la muerte.

   En este caso, la CIA ha querido recordar a Raymond Carlin Rayner. Este oficial no trabajó en lo que hoy es el Servicio Nacional Clandestino --rama que recoge la inteligencia humana en el extranjero-- o a la Dirección de Inteligencia, si no que era un oficial de logística.

   Ray no representaba el estereotipo de James Bond que Hollywood muchas veces muestra al mundo, si no que era conocido por su actitud tolerante, directo y con un sentido del humor seco.

   A pesar de que su puesto de trabajo no es lo que se espera de trabajar en la CIA, la Agencia dejaría de funcionar sin los oficiales de logística como Ray. Tal y como dijo el general Dwight D. Eisenhower: "Usted no va a tener dificultades para probar que batallas, campañas, e incluso guerras, se han ganado o perdido todo debido a la logística".

   Los logísticos utilizan su ingenio para transportar suministros a través de océanos y paisajes de todo el mundo. "En pocas palabras, la gente como Ray son expertos en hacer las cosas donde deben estar, cuando tienen que estar, sin importar los obstáculos", asegura la CIA en su último post.

   Ray, un veterano de 44 años con vida en la CIa durante 23 de ellos, estaba sirviendo en su tercer año la gestión del apoyo logístico de comunicación para las misiones de la CIA en África, hasta que un intruso irrumpió en su casa y lo mató.

SU HISTORIA

   Raymond Carlin Rayner, nació en Brooklyn, Nueva York, poseía el don de la tecnología y las comunicaciones, por lo que obtuvo un título en reparación de televisión y radio en 1951.

   Al obtener el título, solicitó un trabajo en la CIA, consiguiendo uno como técnico de comunicaciones de la Oficina de Telecomunicaciones de la CIA, con tan solo 21 años de edad.

   Ray estuvo durante años trabajando en la Oficina de Logística de Asia y Europa, para más tarde volver a Langley y estar, durante poco tiempo, en la División de Suministros. En 1956, Ray comenzó un despliegue de seis meses con el Ejército de Estados Unidos. Junto a su familia, fue enviado en 1964 al sudeste de Asia, durante trabajó durante tres años como oficial de logística de la Estación.

   Sin embargo, las responsabilidades de Ray superaron con creces las que normalmente se espera de un logístico. Fue elogiado rutinariamente por su rendimiento excepcional y la dedicación a la misión, que a menudo le obligaba a trabajar largas horas, los 7 días de la semana, en condiciones menos que ideales. Ray tenía un don para negociar complicadas burocracias extranjeras en relación con las cuestiones logísticas, y era conocido por su habilidad para improvisar soluciones creativas en el campo cuando se enfrentan a obstáculos de suministro.

   En 1973, Ray tomó una misión en África supervisar el apoyo logístico para una de las más importantes oficinas regionales de apoyo de la Agencia.

   La mañana del 24 de noviembre de 1974, un asaltante desconocido irrumpió en la casa de Ray y lo atacaron. Éste sufrió una lesión grave en la cabeza. Fue llevado al hospital local, donde un médico local y el médico regional del Departamento de Estado se hicieron cargo de su caso, pero su condición empeoró. Debido a la gravedad de su lesión y posibles complicaciones, tuvo que someterse a una cirugía de emergencia. La cirugía no tuvo éxito. Ray Rayner murió el 26 de noviembre de 1974, dos días después del ataque. Su esposa y sus cinco hijos, con edades comprendidas entre 11 a 20, sobrevivieron.

   Durante casi 30 años, el sacrificio de Ray estuvo marcado por una estrella anónima en el muro conmemorativo de la CIA. Pero el 22 de mayo de 2006, el nombre de Ray fue revelado y su sacrificio fue inmortalizado en el Libro de Honor de la CIA.

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