Joe Biden
Foto: LARRY DOWNING / REUTERS

CARACAS, 9 Mar. (Notimérica/EP) -

   Venezuela ha considerado que las declaraciones realizadas por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, son una "agresión directa", a pesar de lo cual ha reiterado su "clara voluntad" de "retomar" las relaciones bilaterales sobre la base del "respeto mutuo".

   "Venezuela rechaza de manera categórica las declaraciones emitidas por Biden por constituir un irrespeto a la soberanía venezolana y una agresión directa al pueblo que ha sufrido los embates de un sector fascista que avanza en una estrategia de golpe de Estado continuado", ha dicho el Gobierno en un comunicado.

   En concreto, ha criticado que Biden haya expresado "su supuesta preocupación por la actuación de las fuerzas de seguridad venezolanas", preguntando "qué haría su presidente, Barack Obama, si una organización política llamara públicamente a su derrocamiento y comienza a ejercer acciones terroristas que irrespetan los derechos del pueblo estadounidense".

   "Estamos plenamente seguros de que si los organismos de seguridad enfrentaran los focos de desestabilización con la fuerza aplicada por la Policía estadounidense, la cifra de víctimas fatales y heridos sería incalculable", ha dicho.

   Por contraposición, ha afirmado que "el respeto a la vida, el uso progresivo y diferenciado de la fuerza, y el compromiso por la paz, son los valores que mueven a la mayoría de hombres y mujeres que a diario resguardan el orden público en Venezuela".

   Así, ha considerado que "Estados Unidos, principal promotor de la violencia a nivel mundial, experto en guerras iniciadas por intereses económicos sobre el supuesto de amenazas ficticias, creador de armas letales de destrucción masiva y responsable de la muerte de miles de civiles alrededor del mundo, no tiene moral para objetar el respeto a los Derechos Humanos en Venezuela".

INJERENCIA DE EEUU

   Venezuela también ha denunciado que "esos sectores violentos, promovidos por el ala más radical de la derecha venezolana, son los confesos actores de los llamados a la desestabilización que reciben financiación del Gobierno de Estados Unidos para atentar contra la tranquilidad del pueblo venezolano".

   De la misma forma, ha sostenido que "el Gobierno de Estados Unidos se ha unido a una conspiración mediática internacional que pretende generar una falsa imagen de guerra y represión generalizada en todo el territorio venezolano, cuando en realidad se trata de focos puntuales creados por los artífices de la violencia en contra del pueblo".

   Con todo ello, ha considerado que Estados Unidos "se aisla en el hemisferio tratando de reavivivar el monroísmo, ante la contundente derrota sufrida recientemente en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se ratificó el respaldo que América Latina y el Caribe han dado a Venezuela".

   No obstante, Venezuela "ha reiterado su clara voluntad de retomar y renovar las relaciones con Estados Unidos por medio de un diálogo directo y transparente, con base al respeto mutuo, la no injerencia en los asuntos internos y la cooperación necesaria, para lo cual ha decidido la designación de un nuevo embajador en este país".

"CONSPIRACIONES EXTRAVAGANTES"

   Biden ha criticado este domingo que, hasta ahora, el presidente venezolano ha tratado de "distraer a su pueblo" inventando conspiraciones "totalmente falsas y extravagantes sobre Estados Unidos".

   "Debería escuchar al pueblo venezolano y mirar el ejemplo de esos líderes que resistieron la opresión en las Américas, o se arriesga a repetir las injusticias contra las que pelearon con tanta valentía", ha dicho en una entrevista concedida al diario chileno 'El Mercurio'.

   El 'número dos' ha calificado de "alarmante" la situación en Venezuela y ha subrayado que "enfrentar a manifestantes pacíficos con la fuerza", "arrestar a opositores" o "reforzar las restricciones a medios" no está a la altura de un país que dice ser defensor de los Derechos Humanos.

   A pesar de todo ello, ha dicho que Obama ha dejado "claro" que a Estados Unidos no le interesa volver a entrar en "batallas ideológicas del pasado en el hemisferio" y que su Gobierno busca "una mayor integración y un respeto por los derechos universales".

   La crisis política en Venezuela se desató el 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado al menos 50 muertos y cientos de heridos y detenidos.