EEUU comenzará a tomar huellas dactilares a los padres que reclaman la custodia de niños que llegaron al país ilegalmente
MADRID 30 May. (OTR/PRESS) -
El polémico muro y las políticas migratorias que pretende implantar Washington vuelven a enfrentar a Estados Unidos y México.
El presidente norteamericano, Donald Trump, ha retomado las criticas al Gobierno de México por no frenar el flujo de inmigrantes que entran en el país norteamericano y ha asegurado que "al final acabarán pagando el muro" fronterizo.
La reacción del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, no se ha hecho esperar y ha contestado a las provocaciones del magnate a través de Twitter. "NO. México NUNCA pagará por un muro. Ni ahora, ni nunca. Atentamente, México (todos nosotros)", ha escrito el líder azteca.
Por su parte, el republicano ha acusado a su vecino del sur de no hacer "absolutamente nada para detener a las personas que atraviesan el país desde Honduras y otros países" hacia Estados Unidos.
"Al final, México acabará pagando el muro", ha aseverado el magnate neoyorquino, que ha insistido en que las autoridades mexicanas "no hacen nada para ayudarnos", ha dicho el millonario durante un mitin el martes en la localidad de Nashville, en el estado de Tennessee.
Además, Trump rechazó el pasado jueves una iniciativa de legisladores republicanos moderados para un acuerdo migratorio sobre los 'dreamers' al decir que sólo apoyará legislación que cumpla todas sus demandas, incluyendo un muro fronterizo entre su país y México.
Los últimos comentarios del presidente podrían amenazar las negociaciones con México sobre la política comercial. El presidente estadounidense había prometido una renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) este año, pero las conversaciones entre los dos países y Canadá todavía tienen que llegar a un compromiso.
POLÍTICA DE TOLERANCIA 'CERO' A LOS ILEGALES
Ahora, el republicano ha intensificado su línea dura en materia migratoria, incluso cuando su administración se enfrenta a una violenta reacción por su política de separar a los niños de los padres en la frontera.
Aunque el presidente ha culpado a los demócratas por estas medidas, su propia administración ha declarado que implementará un nuevo plan de "tolerancia cero" para procesar a cualquiera que cruce la frontera de manera ilegal.
Los agentes migratorios comenzarán a tomar huellas dactilares a los padres que reclaman la custodia de niños que llegaron a Estados Unidos de forma ilegal sin ningún pariente adulto, según han informado este martes funcionarios estadounidenses, que han criticado la medida diciendo que los niños pueden ser abandonados por quienes temen ser identificados y deportados.
Actualmente, la mayoría de los padres no necesitan que tomen sus huellas dactilares para obtener la custodia de sus hijos.
Las leyes y los precedentes legales de Estados Unidos limitan el tiempo que los menores pueden estar detenidos, por lo que aquellos que son detenidos cruzando la frontera, a menudo son liberados a tutores adultos en Estados Unidos. Después se espera que los niños se presenten ante el Tribunal de inmigración para luchar contra sus casos de deportación.
"Vamos a examinar más detenidamente a los tutores", ha afirmado Steven Wagner, el subsecretario en funciones de la Administración para Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS, según sus siglas en inglés). "Con la cooperación del DHS llevaremos a cabo una verificación de antecedentes basada en las huellas digitales de cada tutor", ha aseverado, refiriéndose al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El HHS es el último responsable en encontrar un hogar a los niños inmigrantes y el DHS aplica la política de inmigración. Según un nuevo memorándum, el DHS ayudaría al HHS a tomar las huellas dactilares de cada persona que solicita la custodia de un niño, según han señalado altos funcionarios.
NIÑOS INDEFENSOS
Los defensores de los inmigrantes han asegurado que la nueva política desalentaría a los padres a reclamar la custodia de sus hijos.
"Esta política indudablemente hará más probable que los tutores calificados se escondan en la sombra, dejando a los niños pequeños vulnerables en la cárcel de inmigración", ha advertido Rich Leimsider, director ejecutivo del Proyecto Safe Passage, que representa a los niños inmigrantes en Nueva York, en un correo electrónico a Reuters.
Sin embargo, Wagner ha descartado tales preocupaciones. "Si alguien no está dispuesto a reclamar la custodia de su hijo es porque está preocupado por su propio estatus migratorio, creo que de facto se cuestiona si es un tutor adecuado y si deberíamos entregar al niño a esa persona", ha añadido.
AUMENTO DE LA CIFRA DE ILEGALES, QUE FRUSTRA A TRUMP
En marzo y abril, más de 50.000 personas fueron detenidas al mes por tratar de cruzar la frontera suroeste de forma ilegal, unas cifras similares a las que se registraron durante la Administración de Barack Obama, según el Gobierno de Estados Unidos. Durante esos dos meses, un total de aproximadamente 8.400 menores no acompañados fueron detenidos en la frontera suroeste.
Poco después del nombramiento de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en enero de 2017, en número de personas que cruzó la frontera cayó a mínimos históricos hasta finales del año pasado. El aumento de estas cifras ha frustrado a Trump, que ha pedido más medidas en reiteradas ocasiones.
Una controversia estalló después de que Wagner admitiera ante un Comité del Senado que la agencia en 2016 realizó un llamado limitado de "seguridad y bienestar" a unos 7.600 niños que habían estado bajo su custodia pero no pudo localizar a alrededor de 1.500 niños y sus tutores.
Wagner ha manifestado este martes que mucho niños están con personas que se encuentran en el país de forma ilegal y que "no hay razón para creer que a esos niños les haya sucedido algo".
Actualmente, todos los tutores de niños no acompañados son entrevistados y sus antecedentes son investigados. Además los tutores no parentales se someten a controles de huellas dactilares de una base de datos de la Oficina Federal de Investigaciones. En casos especiales, como cuando existe un "riesgo documentado" para la seguridad del menor, los padres también serán sometidos a controles de huellas digitales, según afirma el HHS en su página web.
Aunque la mayoría de los solicitantes de asilo huyen de la violencia en Centroamérica, Trump revivió su afirmación sin fundamento de que muchos de los inmigrantes eran miembros de pandillas y los comparaban con "animales".
Una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) alega que ha habido al menos 429 casos de padres inmigrantes separados de sus hijos, que van desde niños pequeños hasta jóvenes adolescentes, en los últimos dos años. Grupos de derechos de inmigrantes han acusado a la administración Trump de separar también a los niños de los padres que solicitan asilo en los puertos de entrada legales.