BRASILIA, 27 Abr. (Notimérica) -
El presidente del Senado, Renan Calheiros, ha recibido este miércoles al vicepresidente brasileño, Michel Temer, y al senador por el PSDB-MG, Aécio Neves, en su residencia oficial.
El vicepresidente Temer no habló con la prensa al salir de dicha reunión. El PSDB, al que pertenece Neves y el cual es el principal partido opositor, no ha definido aún una presunta participación en un eventual gobierno presidido por Temer.
Sin embargo, son muchos los que ya han mostrado su posición en cuanto a este movimiento. El expresidente Fernando Henrique Cardoso, el gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin; y el senador José Serra, ya dijeron en declaraciones públicas que no descantan que el PSDB ocupe cargos en un eventual gobierno liderado por el PMDB.
Neves, por su parte, aseguró que la decisión será tomada por la dirección nacional del partido.
Cabe recordar que actualmente, Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, es el primero en optar por convertirse en presidente de Brasil en caso de que se realice un 'impeachment' contra la actual presidenta, Dilma Rousseff.
El presidente del Senado ha realizado una serie de reuniones desde este martes, día en el que se eligió a los 21 integrantes de la comisión especial que se encargará de analizar la solicitud de 'impeachment' contra la mandataria.
Los senadores Raimundo Lira (PMDB-PB) y Antonio Anastasia (PSDB-MG), fueron elegidos como presidente y relator de la misma, respectivamente.
Los partidarios del 'impeachment' han presionado a Calheiros --cercano a Rousseff--, para que comenzara a establecer los plazos y evitar así cualquier retraso el proceso de juicio político.
Sin embargo, Calheiros, que choca con la posición oficial de su partido, el del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que aguarda la destitución de Rousseff para encumbrar al Palacio de Planalto al vicepresidente, Michel Temer, se ha mostrado molesto por la urgencia de la oposición.
Según un informe del instituto brasileño Ibope, Temer apenas cuenta con el apoyo del 8 por ciento de los brasileños en un eventual gobierno presidido por él, mientras que el 25 por ciento apoya a la actual presidenta.