CARACAS, 7 Ene. (Notimérica) -
La elección de una nueva Asamblea Nacional en Venezuela, compuesta en su mayoría por opositores de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ha abierto un nuevo panorama político en el país, que se encuentra sumido en una grave crisis social y económica.
Mientras el presidente de Venezuela, Nicolás Mauro, forma un nuevo gabinete y plan económico con el que pretende que sea "el Gobierno revolucionario para el nuevo ciclo", la oposición baraja las diversas opciones con las que podría revocar al mandatario a través de la vía constitucional.
Al respecto, el abogado constitucionalista Pedro Alfonso del Pino, en declaraciones a la 'CNN', explicó las tres herramientas principales que podría utilizar la Asamblea Nacional para terminar con la presidencia de Maduro.
1. REFERÉNDUM REVOCATORIO
De manera directa, es decir, sin intervención de ningún otro poder, la Asamblea podría llevar a cabo un referéndum revocatorio. No obstante, este órgano no es competente para convocarlo, sino que necesitaría acudir a la recolecta de firmas.
La Constitución establece que serían necesarias las firmas del 20 por ciento de los electores, lo que equivale a casi cuatro millones de personas. Una vez reunidas, se llevarían al Consejo Nacional Electoral, quien debería convocar un referéndum nacional donde la oposición necesitaría obtener más de siete millones y medio de votos a favor, que fueron los que consiguió Maduro en las elecciones presidenciales de abril de 2013.
En el caso de que se llevara a cabo esta primera opción, sería la segunda vez que ocurre algo similar en la historia reciente de Venezuela. En agosto del 2004, la oposición también recurrió al referéndum revocatorio contra el que fuera presidente en aquel entonces, Hugo Chávez, pero lo perdió tras un proceso que se dilató más de siete meses.
Otro inconveniente de esta opción es su escaso apoyo popular. Las razones, de acuerdo con el constitucionalista, radican en lo sucedido en 2004, cuando la lista de los firmantes, que pasó a conocerse como 'Lista Tascón', fue publicada en internet por el diputado Luis Tascón, lo que provocó que los afectados sufrieran una "clara" persecución.
2. ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
La segunda herramienta constitucional de la que se dispone es la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.
En este caso, a diferencia del revocatorio, la Asamblea sí que puede solicitar promover una Asamblea Constituyente con el apoyo de las dos terceras partes.
De esta manera, mediante el voto popular se elegiría a una nueva Asamblea Nacional Constituyente, la cual podría destituir a todos los poderes constituidos, entre los que se encuentra el presidente.
No obstante, de acuerdo con el experto, "la peligrosidad o el área gris" de este tema es que la Constitución reconoce este derecho pero no establece cómo se conformaría esta Constituyente, cuántos miembros debe tener, cuál sería el método electoral de representación o con qué periodicidad se producirían las sesiones.
"Si no lo dice la Constitución, podríamos decir que lo diría el convocante", plantea Del Pino. En este caso, el convocante sería la Asamblea Nacional, pero se encontraría con un nuevo impedimento.
"Hay que recordar que el presidente de la República también puede convocar una Constituyente mediante el Consejo de Ministros y con las bases que él desee". Por ello, el experto considera que este método podría ser "un arma de doble filo".
Asimismo, al igual que la primera opción, esta medida no podría llevarse a cabo en menos de seis meses.
3. ENMIENDA CONSTITUCIONAL
Por tanto, desde el campo legal, sólo existe una tercera y última opción para revocar a Maduro con ayuda de la Asamblea Nacional: la enmienda constitucional.
Mediante esta enmienda se podría, por ejemplo, reducir el periodo presidencial. En primer lugar, la petición tendría que discutirse en la Asamblea Nacional para, posteriormente, llevarla al Consejo Nacional Electoral, donde se sometería a un referéndum aprobatorio.
En caso de que la enmienda salga victoriosa, después se convocaría un proceso electoral presidencial para que entrara en "inmediata vigencia".
Sin embargo, al igual que en las anteriores opciones, esta herramienta constitucional juega con el tiempo en su contra. "Estamos hablando de una discusión parlamentaria y dos elecciones en el camino. No es muy probable hacerlo en seis meses o menos", considera el abogado.
FUTURO "INCIERTO Y PELIGROSO"
Ante estas posibles situaciones, Venezuela se encuentra ante un "escenario incierto y peligroso", tanto para los partidarios del chavismo como para sus opositores, quienes consideran que destituir a Maduro es el único camino válido para la recuperación.
No obstante, incluso en el caso de que la oposición logre su objetivo, la realidad indica que la revocación del mandatario no podría producirse en menos de seis meses. Es decir, más de medio año en el que el país tendría que mantenerse a flote ante el desabastecimiento y la inflación, entre otras cuestiones.
"Ahora mismo Venezuela es un barco a la deriva y quienes tienen el timón de mando no escuchan ni quieren escuchar a la tripulación", sentencia el constitucionalista.