LA HABANA, 7 Sep. (Notimex/Notimérica) -
Las estructuras diplomáticas del Vaticano y Cuba acordaron ya un encuentro privado entre el Papa Francisco y el histórico líder de la revolución, Fidel Castro Ruz, durante la gira del pontífice a la isla.
Según confirmaron a Notimex fuentes cercanas al entorno papal, la solicitud del encuentro fue avanzada por Jorge Mario Bergoglio y de parte cubana ya existe beneplácito, aunque aún faltan definir detalles.
Esto siempre que lo permita la salud de Castro, que el pasado 13 de agosto cumplió 89 años. Así se replicará lo ocurrido con los anteriores obispos de Roma que visitaron la isla: Juan Pablo II y Benedicto XVI.
UNA AGENDA POR COMPLETAR.
Un encuentro entre los dos probablemente no aparecerá en la agenda oficial. No obstante, momentos sobran en el cronograma ya previsto para Francisco quien aterrizará en el Aeropuerto Internacional "José Martí" de La Habana por la tarde del sábado 19 de septiembre.
Tras una ceremonia oficial de bienvenida, el pontífice no tiene otras actividades públicas esa tarde.
Al día siguiente, después de una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución, cumplirá una visita de cortesía al presidente Raúl Castro en el Palacio de la Revolución, según ha informado Reuters.
ADMIRACIÓN POR EL PAPA.
Raúl Castro se reunió con el Papa Francisco en mayo en Roma y dijo que estaba impresionado por su "sabiduría y modestia".
"Yo me leo todos los discursos del Papa. Si continúa hablando así, les aseguro que volveré a rezar y regresaré a la Iglesia Católica y no es broma", dijo Castro a periodistas tras su visita al Vaticano.
La declaración causó sorpresa en todo el mundo y en ninguna parte más que en Cuba, donde la Iglesia reaccionó con cautela. "No he oído hablar de que han vuelto a la Iglesia, pero la gente evoluciona un poco durante sus vidas", dijo monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba.
García se refirió también a las libertades religiosas en la isla caribeña. "Las cosas han mejorado para todas las religiones. Creo que la mentalidad ha estado cambiando. Hay más tolerancia en el momento de las prácticas religiosas. No todo lo que uno quiere, pero se ha cambiado para mejor", dijo García.
El Papa estará en la capital cubana hasta el lunes 21, por la mañana de ese día partirá con destino a Holguín y de allí seguirá camino a Santiago de Cuba, desde donde el martes 22 despegará con destino a Estados Unidos.
LOS CASTRO Y EL PAPADO.
El primer saludo entre Fidel Castro y un Papa data del 19 de noviembre de 1996, cuando el entonces presidente cubano fue recibido por Juan Pablo II en el Vaticano. El coloquio privado duró entonces 35 minutos y sentó las bases para la visita de Karol Wojtyla a la isla, dos años más tarde.
El Papa polaco llevó a cabo un viaje apostólico a ese país del 21 al 26 de enero de 1998 con etapas en La Habana, Camagüey, Santa Clara y Santiago de Cuba. El día 23 tuvo lugar la audiencia protocolar en el Palacio de la Revolución.
Además tuvieron lugar otros breves encuentros, destacando la presencia de Castro en la misa masiva del 25, en la cual participó también el escritor Gabriel García Márquez y varios miembros del Partido Comunista Cubano.
En marzo de 2012 tocó el turno al Papa Benedicto XVI, quien se reunió con Castro en la sede de la nunciatura apostólica de la capital. El anciano líder revolucionario ya no ocupaba el puesto de presidente y las crónicas de la época refieren de una conversación larga y cordial.
UN CAMBIO GRADUAL.
Si bien el Gobierno cubano aún acosa a los disidentes, ha liberado a muchos de los más prominentes opositores pacíficos que habían sido condenados a largas penas de cárcel.
La Iglesia actuó como mediador ante el Gobierno cubano para impulsar luego la excarcelación de la mayoría de los disidentes que viajaron al exterior.
El Gobierno también ha buscado mejorar los lazos con los cubano estadounidenses más moderados y en adelante se esperan más cambios ahora que se han renovado ahora las relaciones diplomáticas con Estados Unidos tras décadas de hostilidad.
La Iglesia ha sido claramente beneficiada. La Navidad se convirtió en un día festivo nuevamente en Cuba después de la visita del Papa Juan Pablo II en 1998 y luego se retomó el feriado de Pascua tras el viaje de Benedicto XVI en 2012.
Dos nuevas iglesias se están construyendo en Cuba, las primeras desde la revolución de 1959: una en La Habana y otra en la occidental provincia de Pinar del Río.
A pesar de su tono más abierto, muchos expertos creen que los Castro en lugar de un despertar espiritual están inspirados por el realismo político.
UN CAMBIO EN LA MENTALIDAD.
En 1959, una mayoría de clero en Cuba era española y profundamente conservadora por lo que una ruptura fue inevitable cuando los rebeldes liderados por Fidel Castro derrocaron al dictador Fulgencio Batista.
"Ellos estaban imbuidos del anticomunismo de la Guerra Civil española. Ellos se colocaron al lado de Estados Unidos y los partidarios del régimen de Batista, por lo que la confrontación comenzó a ser política y no religiosa", dijo Enrique Pérez Oliva, profesor de historia de la religión en la Universidad de La Habana.
"Sí, los Castro han cambiado, pero también lo ha hecho la Iglesia, es por ello que la reconciliación ahora es posible", apuntó.
Los hermanos Castro sostienen que las lecciones de la vida de Cristo son compatibles con el socialismo. "Si la gente me llama cristiano, no desde el punto de vista de la religión, sino de la perspectiva de visión social, declaro que soy cristiano", dijo Fidel Castro en conversación autobiográfíca con el periodista Ignacio Ramonet publicada en 2006, poco antes de la enfermedad que le obligó a dejar el poder.
López Oliva dijo que los Castro cambiaron su postura para ayudar a atraer apoyo en la década de 1990 cuando el colapso de la Unión Soviética provocó una profunda crisis en el país y un aislamiento político. En 1991, el Partido Comunista de Cuba retiró la prohibición para que los creyentes se integraran a sus filas.
"La Iglesia es la mayor organización no gubernamental de Cuba y todavía tiene un significado", dijo. "Necesitaban la Iglesia de legitimidad y como mediador internacional y nacional", agregó.