MANAGUA 6 Nov. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Nicaragua ha otorgado este jueves un permiso ambiental a la empresa china HKND para que dé luz verde a la construcción de un canal interoceánico valorado en 50.000 millones de dólares, pese a las crecientes dudas de expertos sobre su viabilidad.
El faraónico proyecto de 278 kilómetros, que pretende rivalizar con el rentable Canal de Panamá, ha sido recibido con incredulidad ante la falta de detalles sobre cómo será financiado y su ambicioso plazo de ejecución para el año 2020.
"Un riguroso análisis realizado por el Gobierno ha confirmado el hallazgo del (estudio) EIAS de que el Canal producirá un impacto neto positivo en el medio ambiente y la sociedad, siempre que HKND cumpla con una serie de condiciones de mitigación y compensación acordadas", ha explicado HKND, concesionaria del proyecto, a través de un comunicado.
La firma asiática ha agregado que podría iniciar las obras el próximo año, una vez haya concluido otros estudios geológicos y topográficos adicionales.
El Gobierno basó su decisión en el estudio de Environmental Resources Management (ERM), en el que la consultora internacional consideró que el proyecto era beneficioso para el segundo país más pobre de América Latina si se toman algunas medidas de mitigación de riesgos.
"Estamos precisamente autorizando a HKND para que inicie los procesos ya de diseño estructural", ha confirmado a medios gubernamentales Manuel Coronel, jefe de la Comisión del Gran Canal creada por el presidente Daniel Ortega para impulsar el proyecto, tras un acto privado con la compañía china.
Sin embargo, otros expertos han criticado el impacto que tendría la enorme infraestructura, y advierten de la amenaza ecológica, especialmente para el Lago de Nicaragua, y social, por la necesidad de desplazar a unas 30.000 personas para construir el cauce naviero.
El estudio advirtió de que el plan está "plagado de riesgos" y recomendó comprobar las credenciales de HK Nicaragua Canal Development Investment Co Ltd (HKND), con sede en Hong Kong.
Miles de campesinos y productores locales han protestado en numerosas ocasiones en contra del canal y se han quejado de falta de información sobre cómo les afectará la obra
Además, la crisis en las bolsas asiáticas también alimentó las dudas sobre el músculo financiero de HKND, controlada por el magnate de las telecomunicaciones chino Wang Jing, quien no ha especificado cómo levantaría los recursos para el proyecto.