CIUDAD DE MÉXICO, 9 Nov. (Notimérica - Lucía Gallo) -
Este martes, Iberoamérica observaba expectante los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde la candidata demócrata, Hillary Clinton, y el republicano, Donald Trump, se disputaban el poder del gigante norteamericano.
Los sondeos daban la victoria a Clinton, quien parecía imponerse sobre su rival con márgenes comprendidos entre los tres y los seis puntos. Sin embargo, el voto de última hora, que representó el 30 por ciento del electorado, según el politólogo Hugo Goñi Cabello, favoreció el triunfo del magnate republicano.
Trump, que ha llevado a cabo una campaña agresiva protagonizada por un discurso contra minorías, discapacitados y mujeres, ha salido victorioso tras hacerse con estados clave como Florida, Texas u Ohio.
Un discurso que, contra todo pronóstico, ha calado en los votantes norteamericanos y que, de cumplirse, tendrá repercusiones en Iberoamérica.
En este marco, Notimérica ha consultado al equipo de investigadores del Instituto de Estudios Latinoamericanos (IELAT) de la Universidad española de Alcalá para analizar las posibles consecuencias que tendrá el triunfo de Trump en la región.
Antes de nada, para entender qué ocurrirá ahora con Iberoamérica es importante comprender las razones fundamentales del éxito del multimillonario estadounidense.
"Buena parte de su triunfo se basa en el rechazo de la ciudadanía a las políticas ineficaces de tipo neoliberal", han explicado. La población parece haberle dado la espalda al paradigma liberal que llevó en los años noventa a la apertura absoluta de los mercados y la deslocalización de las industrias. De hecho, agregan, "muchos de los ciudadanos que sufrieron este cambio han sido carne de cañón para el voto de Trump".
Este es el caso de los norteamericanos residentes en las zonas agrícolas del sur, donde la "mano de obra barata" que supone contratar a un trabajador mexicano ha provocado, según los partidarios del republicano, que muchos "nativos" se queden sin empleo. "Este colectivo ha comprado el discurso de Trump", han comentado.
GIRO HACIA EL PROTECCIONISMO
Esta idea se incluye en el eje fundamental de su campaña: el proteccionismo. "Su discurso 'antiliberalización' y proteccionista tendrá consecuencias, sobretodo para México, Centroamérica y El Caribe", han advertido.
Los mercados centroamericano y mexicano están especialmente conectados al estadounidense. Un claro ejemplo de ello es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), suscrito por México, Estados Unidos y Canadá, el cual Trump ha prometido desechar si no puede ser renegociado.
"Si Trump impone sus políticas, todas las industrias ubicadas en la frontera de México con Estados Unidos, fundadas gracias al proceso de liberalización comercial, caerían en quiebra", han explicado los investigadores. Esto implicaría una gran pérdida de empleos, especialmente en Ciudad Juárez; unos puestos que, a pesar de su precariedad, generan ingresos a los mexicanos.
En esta línea, lo mismo ocurriría con las exportaciones procedentes de Centroamérica y México, ya que están orientadas "sobretodo" al mercado estadounidense.
Otra de las consecuencias en el plano económico es el impacto en la bolsa, que ya se ha sentido incluso antes de comenzar la jornada. El peso mexicano, una de las divisas emergentes que ha sido más castigada por la volatilidad internacional, llegó a perder más de un 13 por ciento --su peor desempeño desde la crisis de 1994-- conforme salían los resultados de los comicios para tocar un récord de 20,77 por dólar.
No obstante, es importante aclarar que el caso de Sudamérica es distinto". "Esta región está muy volcada al Pacífico y al comercio en China. Suponemos que en temas económicos tendrá menos repercusión", han pronosticado.
A pesar de esto, su previsible baja incidencia en la economía sudamericana no convierte a la zona en un lugar libre del 'efecto Trump'.
"Trump está rompiendo el paradigma del Consenso de Washington", han asegurado los expertos. Este consenso impulsado por Estados Unidos propugnaba la estabilización macroeconómica, la liberalización económica con respecto tanto al comercio como a la inversión, la reducción del Estado y la expansión de las fuerzas del mercado dentro de la economía doméstica.
"Hacen dos décadas dicen (Estados Unidos) que hay que liberalizar, abrir fronteras económicas, llevar a cabo políticas neoliberales... América Latina aplica estas reformas y de repente es ahora el propio Estados Unidos el que cambia el paradigma".
Al respecto, los expertos consideran que, con este nuevo rumbo político, la incidencia de Trump será mayor en Europa y el Pacífico, dejando a Iberoamérica a un lado en temas de cooperación y relaciones comerciales; aunque no en asuntos migratorios.
RACISMO E INMIGRACIÓN
"El racismo y la migración, que han ocupado una posición central en el discurso de Trump, son las cuestiones más conflictivas que se presentan con su nuevo mandato", advierten.
El presidente electo prometió durante su campaña la construcción de un muro entre México y Estados Unidos, así como la expulsión de los millones de indocumentados que residen en el país. En caso de cumplir lo anunciado, Trump anularía dos decisiones ejecutivas tomadas por el presidente Barack Obama para permitir temporalmente la permanencia en Estados Unidos de muchos jóvenes que ingresaron siendo menores de edad --los conocidos como 'Dreamers'-- y la de sus padres.
"Su política va a hacer daño a la economía mexicana y centroamericana, lo que supondrá un aumento de la masa de inmigrantes. Dudamos que un muro pueda contener esta masa", comentan desde el IELAT.
Según sus previsiones, el cambio en la política económica, sumado a medidas migratorias extremas, la radicalización y el intento psíquico de frenar a los inmigrantes con propuestas como la realización de "investigaciones profundas" a todos aquellos que quieran viajar al país norteamericano, no harán más que empeorar la crisis migratoria.
"El conflicto está servido", han sentenciado.