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LA HABANA, 28 Mar. (Notimérica/EP) -
El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, ha revelado este viernes la conversación que mantuvo con el fallecido mandatario Hugo Chávez, tras el golpe de Estado que en abril del año 2002 apartó a este por unos días del poder.
"¡Qué día, Fidel! Estoy que... ¡es una cosa increíble, increíble! Yo todavía estoy procesando cosas", comienza comentando Chávez a Castro, a quien después explica todo el proceso de su derrocamiento temporal, que "pudiera haber generado hasta una guerra civil".
Cuenta Chávez que había preparado un avión en el que iban a llevarle a Cuba aunque él sospechaba que no era ese su destino sino tal vez los Estados Unidos. "Me estaban montando una trampa para sacarme del país. Porque me dijeron: 'No, ahí está el avión listo. Y, bueno, te vas a Cuba, pues'".
"Yo les dije: No, yo así no puedo, sin información fidedigna de lo que está pasando en el país, yo ni voy a firmar la renuncia .... y mucho menos voy a salir del país. Búsquenme un teléfono para hablar con el presidente Castro, para coordinar con la familia. ¿Cómo ustedes creen que yo voy a salir del país y dejar a mis hijos, mi mujer, por ahí regados, mis compañeros en prisión?", cuenta Chávez a Castro, quien asegura que pocas veces en su vida ha estado "tan amargado" como cuando se produjo la intentona golpista.
Castro también le dice a Chávez que a las diez y dos minutos (del viernes) le llamó María, hija del mandatario venezolano, a la que preguntó si ella estaba dispuesta a hablar. "Sí, ¡qué no haría yo por mi padre!", dice que le respondió.
"Entonces le preparé inmediatamente para que hablara con Randy el periodista, y a las 12.40 lo disparamos al aire. Cuando lo disparamos al aire, se lo entregamos a las agencias y también a la CNN. Entonces la CNN empezó a darlo y cada media hora sacaba la noticia", señala Castro.
Pero para el comandante venezolano no toda la experiencia fue mala. Cuenta cómo un militar le prestó un teléfono con el que hizo algunas llamadas a sus hijos, "a María Isabel... Y les pedí que hablaran con el mundo; que yo no había renunciado". "Y la gente empezó a irse para allá (al fuerte Tiuna), a aglomerarse. Pero miles de personas, a gritar consignas, sin miedo...".
También dijo que le había servido mucho hablar con los soldados y escuchar sus quejas sobre los jefes que habían tenido durante su Gobierno;
"que los han olvidado, ¡coño!".
"Fue una noche muy bonita, que yo incluso les dije: Miren, si a mí llegan a condenarme y a degradarme, les voy a pedir a los que me condenen y me degraden que me pongan de soldado raso a servir aquí en esta unidad; me quedo con ustedes aquí de soldado raso", cuenta Chávez en la conversación.
Por su parte Castro destaca la "conmoción" que el fallido golpe de Estado produjo en Cuba. "Es cuando yo he podido ver hasta qué grado te quiere la gente aquí. ¡Una verdadera conmoción!", afirma el líder de la revolución cubana, al que Chávez trata en la conversación telefónica de "hermano".