CIUDAD DE MÉXICO, 30 Ago. (Reuters/EP) -
Un grupo de expertos designados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para investigar el caso de 43 estudiantes desaparecidos en 2014 en Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, se reunirá con el equipo del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, para analizar la posibilidad de realizar nuevas pesquisas en el marco del caso Iguala.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó entre 2015 y 2016 dos informes que sostenían que la versión del Gobierno actual --que afirmaba que los jóvenes fueron quemados en un basurero en el sureño estado de Guerrero--, estaba plagada de errores.
La reunión, que se podría llevarse a cabo el próximo mes, tendrá como fin analizar el regreso de los expertos designados por de la CIDH para replantear la investigación siguiendo la solicitud de los padres de los jóvenes estudiantes de magisterio, según han informado a Reuters varias fuentes cercanas al asunto.
"Ya han iniciado los contactos entre el GIEI y el gobierno entrante para analizar su posible regreso", ha manifestado una de las fuentes.
Otra fuente, integrante del equipo del presidente electo ha confirmado que el encuentro tendrá lugar, pero no ha dado más detalles. El mandatario asumirá el poder el 1 de diciembre en el marco de un recrudecimiento de la violencia ligada al crimen organizado.
Los expertos señalaron en su momento que la mayoría de los testimonios de supuestos criminales que habrían participado en la desaparición de los jóvenes fueron obtenidos bajo tortura y que también hubo serios fallos en las pesquisas, por lo que se debería revisar completamente el caso.
"Había evidencias claras y contundentes (en la investigación de la fiscalía nacional) de que muy lamentablemente los 43 jóvenes habían sido incinerados por un grupo delincuencial", ha manifestado el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, que ha admitido que durante su sexenio en el poder no se ha logrado reducir la violencia en el país.
El Gobierno ha insistido en defender la llamada "verdad histórica" que apunta a que los estudiantes fueron incinerados, pese a que las amplias investigaciones tanto del GIEI, como del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lo descartaron.