SAN SALVADOR, 5 May. (Notimérica) -
El 5 de mayo nacieron dos de las figuras históricas más importantes de la historia de El Salvador. Agustín Farabundo Martí, fundador del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y María Cristina Gómez, líder comunitaria y maestra salvadoreña asesinada por el Gobierno en 1989.
Agustín Farabundo Martí nació en Teotepeque el 5 de mayo de 1893 en el seno de una familia cuyo padre fue alcalde de dicha localidad. Tras realizar sus estudios en El Salvador, graduándose en Derecho, Farabundo Martí participó en una manifestación realizada durante el Gobierno de Jorge Meléndez. José Luis Barrientos organizó la manifestación para hacer notar la presencia de guatemaltecos en el país. Al terminar la manifestación, Farabundo y Barrientos fueron encarcelados juntos por pronunciarse contra el Gobierno guatemalteco de Manuel Estrada.
Se exilió a Farabundo Martí a Guatemala y en el año 1925 participó en la creación del Partido Comunista Centroamericano. En ese mismo año, Martí regresó a El Salvador como delegado del Socorro Rojo Internacional, colaborando en la organización de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, donde fue detenido de nuevo y expulsado del país varias veces.
Una vez en el exterior, Martí no cesó su lucha y continuó con su propaganda como delegado de la Internacional Comunista. Al regresar a El Salvador encontró un clima de crisis económica y social, debido en gran parte, al hundimiento de los precios del café a raíz de la Gran Depresión de 1929. Fue entonces cuando decidió crear el Partido Comunista Salvadoreño.
En 1931 se organizó un Estado Militar y Martí lideró una acción revolucionaria contra esta nueva formación. Sin embargo, sus planes fueron descubiertos y fue encarcelado; fue juzgado por los militares y se ordenó su ejecución. Su partido fue ilegalizado en 1932 durante una oleada represiva, llevada a cabo por el Gobierno, conocida como 'La Matanza'.
En 1980, casi 40 años más tarde, el Partido Comunista de El Salvador junto a otras cuatro formaciones, todos eran grupos guerrilleros, formaron el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). Este grupo llevaba el nombre del que fue considerado el pionero de la revolución en Centroamérica.
Tras una larga guerra civil contra los gobiernos de oligarquía salvadoreños, en 1992 se firmaron los acuerdos de paz, permitiendo su integración en la vida civil y política. Se convirtió en una fuerza política de izquierdas, siendo actualmente el partido oficialista de El Salvador.
MARÍA CRISTINA GÓMEZ
Pero también conmemoramos el 5 de mayo el nacimiento de la líder comunitaria y maestra salvadoreña Maria Cristina Gómez, secuestrada en el 5 de abril de 1989 y que horas después fue asesinada.
Nació en 1942 y fue una de las impulsoras del Movimiento Ecuménico en El Salvador, además de ser líder tanto de las mujeres bautistas como del sindicato de maestras ANDES (Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños).
Fundadora de la Coordinación Nacional de la Mujer Salvadoreña (CONAMUS) en 1986, fue encargada de que esta organización se involucrase en temas que afectasen directamente a las mujeres más desfavorecidas del país, tanto a nivel económico como victimas de violencia sexual o doméstica.
Sus ideales de igualdad en Centroamérica le condujeron a un trágico final. El 5 de abril de 1989 fue secuestrada por unos hombres armados y con indumentaria civil mientras regresaba de la escuela John F. Kennedy en Ilopnago. Gómez fue introducida a la fuerza en un coche y una hora después fue sacada del automóvil. Frente a cientos de testigos le dispararon en cuatro ocasiones provocándole una muerte inmediata.
Tras la autopsia, se descubrieron signos de tortura y quemaduras posiblemente causadas por químicos como el ácido. El secuestro se produjo cerca de un área que funcionaba como base de operaciones de la Fuerza Área Salvadoreña. Se implicó al jefe de la Fuerza Áerea, el general Juan Rafael Bustillo, que amenazó públicamente a Gómez en varias ocasiones.
La organización ANDES ordenó un paró de dos días de todas a actividades de magisteriales como forma de protesta por el asesinato de Gómez y demandó que el procurador principal de la Nación iniciara los procedimientos requeridos para llevar a los responsables ante la justicia.
El Gobierno salvadoreño señaló que el móvil del secuestro y posterior asesinato de la activista tenía como objetivo desacreditar a la Fuerza Aérea que trabajaba en la zona.
La Iglesia, tras su fallecimiento, encargó a un artista local que pintara una cruz de madera en la que se mostraran escenas de su vida. Esta cruz es usada en escuelas de todo el mundo con el objetivo de contar la vida de María Cristina Gómez.