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WASHINGTON, 9 May. (Notimérica/EP) -
El Tribunal Penal de Apelaciones de Oklahoma ha concedido un aplazamiento de seis meses a la ejecución del reo Charles Warner, después de los problemas surgidos la semana pasada cuando el preso Clayton Lockett falleció de un ataque al corazón por una incorrecta administración de la inyección letal, lo que encendió de nuevo el debate sobre los medicamentos usados para las ejecuciones en este estado.
"Oklahoma necesita tiempo suficiente para examinar y revisar su protocolo y capacitar totalmente a su personal", ha señalado el abogado de Warner, que ha celebrado la decisión y ha anunciado que la nueva fecha de ejecución se establece para el próximo 13 de noviembre, siempre que se cumpla con los requerimientos.
Warner fue condenado a pena de muerte por violar y asesinar a un niño de 11 meses de edad, de acuerdo con la información del diario estadounidense 'The New York Times' y el cumplimiento de su condena se viene retrasando desde el pasado martes, cuando tuvo lugar la "chapucera" ejecución de Lockett, tal y como ha explicado su abogado.
Los estados que mantienen la pena de muerte en Estados Unidos han empleado tres tipos de inyecciones letales diferentes durante las últimas décadas, pero las empresas farmacéuticas han dejado de vender esas drogas en los últimos años.
Algunos estados han recurrido a las farmacias de compuestos, que producen pequeñas cantidades de medicamentos con receta médica, lo que ha llevado a los abogados defensores a cuestionar la calidad de los medicamentos y si éstos pueden causar un dolor indebido durante la ejecución.
UNA ESCENA ANGUSTIOSA
Los testigos aseguraron el martes pasado que en la sala de ejecuciones se vivió "una escena angustiosa" debido a que la forma de administración de las drogas para acabar con la vida de Lockett no fue la correcta.
Un médico comenzó a administrar el primer fármaco a las 18:23 horas (hora local) y diez minutos más tarde aseguró que el preso estaba inconsciente. En ese momento, comenzó a administrar otros dos fármacos. Sin embargo, las cosas empezaron a ir mal y el cuerpo de Lockett se movió. "Sus pies se sacudieron y él murmuró", según dijeron los testigos.
Tras cerca de 45 minutos agónicos y después de haber abortado la ejecución a causa de los contratiempos, Lockett murió de un infarto. Pese a las múltiples críticas recibidas, los funcionarios locales aseguran que los medicamentos fueron obtenidos legalmente en farmacias autorizadas.