MANAGUA (NICARAGUA) / BARCELONA, 24 (EUROPA PRESS)
El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, que prevé unir el Pacífico y el Atlántico en 2020, se presenta como el proyecto estrella del Gobierno de Daniel Ortega para duplicar la economía del país y reducir los niveles de pobreza.
El ministro y secretario de la Presidencia para Políticas Nacionales, Paul Oquist, asegura que el Gran Canal es "la joya de la Corona" y supone una "oportunidad histórica" para mejorar el desarrollo del país, mejorar la reforestación y lograr mayor independencia económica.
"Estamos creciendo un 5%, pero para cumplir con las necesidades básicas del pueblo nicaragüense tendríamos que crecer al 8% y al 10%, o más, para erradicar la pobreza extrema, reforestar el país y aumentar la resiliencia de nuestros ecosistemas, para adaptarnos al cambio climático", añade Oquist, que subraya que doblando los ingresos gubernamentales se podría disminuir a la mitad la pobreza extrema, pasando del 14% actual al 7%.
El Canal Interoceánico tiene proyectada una longitud de 275,5 kilómetros entre Brito (Pacífico) y Punta Águila (Caribe), de los que 106,8 kilómetros corresponden al lago Nicaragua y 35,9 al futuro lago artificial de Atlanta. Con una profundidad de unos 30 metros y una anchura de entre 230 y 520 metros, está previsto que acoja hasta 5.100 navíos anuales, con una capacidad que puede llegar a los 25.000 TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies), unas cifras muy superiores a las del canal de Panamá, que tras las obras de ampliación estima acoger barcos de 13.000 TEU, frente a los 4.000 TEU actuales.
MEDIO AMBIENTE
Entre las principales críticas a esta obra titánica figura el impacto ambiental y, en concreto, la contaminación del lago Nicaragua (el segundo más grande de América Latina después del Titicaca) debido a algún accidente o a la intrusión de agua salada, a lo que el Gobierno sandinista se blinda contestando que se escogió la ruta con menor coste social y ambiental sin tener en cuenta que no era la más barata.
El proyecto de estudio de impacto social y ambiental, elaborado por la consultora Environmental Resources Management Group Inc (ERM), con sede en Londres, indica que el Canal Interoceánico cumplirá con los estándares internacionales y sostiene que el impacto positivo será mayor que el negativo.
Oquist argumenta que la ruta corre a través de áreas con suelos degradados por la frontera agrícola, y explica que el 25% de la superficie total del país está cubierta de bosque y la tasa actual de deforestación es de 70.000 hectáreas anuales, mientras que la reforestación estimada es de 20.000 hectáreas al año, algo que prevé continuar con el Gran Canal. "Es necesario contener el avance de la frontera agrícola", añade el ministro.
Según sus datos, esta construcción implica el refuerzo de áreas protegidas, la protección de las poblaciones locales por inundación y el manejo integrado de cuencas, lo que incluye reforestación, reinyección de aguas y protección a la diversidad. "El Gran Canal generará los recursos necesarios para construir el desarrollo anhelado para lograr una Nicaragua próspera y más justa", concluye Oquist.
INVERSIÓN CHINA
El Gobierno nicaragüense otorgó la concesión para la construcción del Gran Canal al consorcio chino HKND Group (Hong Kong Nicaraguan Canal Developmen Investmen Group) por 50.000 millones de dólares que, además de excavar el canal, prevé construir carreteras, dos puertos, un lago artificial, un aeropuerto, un complejo turístico y una zona de libre comercio, así como fábricas de acero y cemento.
El propietario de HKND es el multimillonario chino Wang Jing, considerado por la revista Forbes como el duodécimo empresario más rico de China gracias a una fortuna personal de 6.300 millones de dólares. Antes del canal, su interés profesional se centraba en telecomunicaciones, minería y agricultura.
La empresa estadounidense Stratfor, especializada en servicios de inteligencia, analizó por qué un empresario millonario chino invertía en el Canal de Nicaragua, y destacó que es una ruta complementaria a Panamá para el comercio entre Asia y la costa oriental de América del Norte, así como que proporcionaría un paso más rápido a las naves de carga procedentes de América Latina, sobre todo de Brasil a Asia, y que hoy en día son demasiado grandes para el Canal de Panamá. El creciente volumen de comercio entre China y América Latina estaría, según Stratfor, detrás de los intereses de Wang Jing.
Por su parte, la firma internacional CG/LA Infraestructura, en los Premios Latinoamericanos del Proyecto del Año, otorgó al Canal Interoceánico de Nicaragua los galardones como Proyecto Estratégico del Año y Proyecto de Creación de Empleos (se calcula que pueden llegar a los 250.000), en el marco del décimotercero Foro de Liderazgo en Infraestructura Latinoamericana celebrada el pasado mes de junio en Guatemala. Previamente, la compañía situó en el puesto número 12 al Canal Interoceánico de Nicaragua, en su informe sobre Strategic 100 Infraestructura Latinoamericana presentado en abril, por considerarlo una de las obras más importantes de los países de la zona.
OPOSITORES
A parte de los reconocimientos internacionales, los campesinos de las comunidades de El Tule y Río San Juan intensificaron sus protestas en diciembre de 2014 en contra del Gran Canal, cortando carreteras y bloqueando la Panamericana, pues temían ser desplazados por la construcción de la obra y recelaban de las promesas de HKND de que pagarán las propiedades a precio de mercado.
También el líder del Partido Liberal Independiente, Eduardo Montealegre, ha acusado al Gobierno de desmantelar el Estado de derecho y considera que el canal es económicamente erróneo y dañino para el medio ambiente.
Entre los argumentos de los opositores al proyecto, figuran que el acuerdo entrega a HKND la soberanía del país por 50 años prorrogables a otros 50, y que la compañía china no tiene obligación de usar empresas de construcción nacionales ni mano de obra local.
LEY 800
Por su parte, el artículo 2 de la Ley 800 creada para regular el régimen jurídico del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua establece que "constituye un patrimonio de la nación nicaragüense y por su naturaleza tendrá las características de total neutralidad y de servicio público internacional, cuyo funcionamiento no podrá interrumpirse por causa alguna".
El artículo 3 señala que "el Estado de Nicaragua se beneficiará del 51% de los beneficios netos" recibidos de la Autoridad del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua y el 29 declara que "el Gran Canal de Nicaragua y los terrenos aledaños necesarios para su operación, se declararán propiedad del Estado de Nicaragua".