MADRID, 3 Jul. (Notimérica) -
El arte se ha convertido en un tema profundamente polémico en la sociedad actual, desde su definición hasta su precio, pasando por el negocio que se crea alrededor del mismo. Sin embargo, este es precisamente el tema que trata en su último documental el cineasta mexicano Pablo Jato.
El director se reúne con el equipo de Notimérica para hablar de su última obra 'El Espejo del Arte', un documental que, sin demasiadas pretensiones, busca comprender qué es el arte para diferentes representantes y amantes de este mundo.
Aunque es difícil alcanzar un consenso sobre lo que es arte y lo que no lo es, algunos parecen acordar que arte es todo aquello que se encuentra expuesto en un museo.
Sin embargo, Jato también cuestiona que esta idea sea cierta. "Casi todos los galeristas y 'expertos' parecen concluir que esto no es así (...) Algunos aseguran que es arte y otros que no, incluso me han llegado a decir que eso no es importante".
Además de cuestionar el arte, Jato también se muestra crítico al genero documental. "No es un documental sobre el arte o los artistas, tampoco es una respuesta, sino una pregunta", señaló el autor
Con una vida dedicada a la comunicación, su trayectoria en la televisión mexicana comenzó en Canal 13 y en Televisa. Más tarde, fundó la productora Embrujo Films, que cuenta actualmente con sedes en México y Los Ángeles.
En la actualidad y después de un año en el que el filme permaneció bloqueado por la crítica, 'El Espejo del Arte', se proyectará en la Cineteca Nacional de México durante gran parte del mes de julio.
Pablo Jato cuenta a Notimérica cuáles son sus opiniones sobre este controvertido mundo marcado por la hipocresía, la avaricia y los intereses económicos.
Notimérica: En su último documental, El Espejo del Arte cuestiona lo que puede ser definido como arte y lo que no. Aunque no hay un consenso al respecto, para usted, ¿qué es arte?
Mi teoría es que lo que se hace actualmente no es arte. Yo lo llamo filosofía constructiva, pero es más interesante llamarse artista que filósofo. El documental no trata de responder la pregunta de "qué es el arte", pero creí esencial empezar por ese punto para poder tener una base.
Para mí, el problema del arte es que lleva siglos comunicándose directamente con el alma, con el corazón, con los sentimientos y ahora, incapaz de crear esa conexión, trata de llegar e imponerse entrando por la cabeza, pero es un camino equivocado.
Duchamp declaró en 1966 que la gente seguía venerando el arte de manera automática y absurda. Hoy vemos que el mercado ha absorbido las ideas de Duchamp para hacer precisamente lo contrario; tratar de obligar a la gente a que venere todo lo que los expertos presentan como arte sin cuestionárselo.
N: En la actualidad, el mercado del arte mueve millones de dólares a nivel internacional, ¿cree que esto puede perjudicar a la calidad de las obras? ¿Considera que existe una mafia del arte?
El arte, según el reporte internacional de la TEFAF en Suiza, movió en el 2015 56.000 millones de dólares (unos 51.000 millones de euros). Cuando hay tanto dinero de por medio, hay mafia. Si hay una suculenta vaca muerta, aparecerán los buitres, aunque esté tirada en un profundo barranco.
Por supuesto, cuando se manipula el mercado para ganar dinero se perjudica a los verdaderos artistas, se perjudica al arte. Pero de nuevo, no es opinión mía. La respuesta a esa pregunta me la dieron los mismos galeristas. Prácticamente todos admitieron a cámara que sí, que se manipula y que existe una mafia que lo controla.
N: ¿Se declara fan del arte contemporáneo o por el contrario lo rechaza? ¿Cree que conlleva la misma elaboración que las grandes obras clásicas?
Soy fan del arte, clásico y contemporáneo, por eso hice el documental. De hecho, más que un documental es una crítica, una crítica al mercado, a algunas obras, algunos artistas, a lo que está ocurriendo actualmente, porque creo que el mercado y la avaricia están perjudicando gravemente a la creación humana.
Vivimos en un mundo dominado y gobernado de manera global por la avaricia suprema, por lo material, por el interés desmedido y deshumanizado. El arte, para los que controlan el mundo, es un caramelo, un postre que no iban a dejar fuera del menú. Pero sí, creo que hay grandes artistas contemporáneos.
Nos puede conmover igual una obra creada hace miles de años que una creada hace cinco minutos. La Gioconda lleva levantando pasiones 500 años y ahí sigue, sonriendo.
N: ¿Qué le llevó a optar por el género documental? ¿Cree que tiene salida en México y en el mercado internacional?
El documental siempre ha sido un género difícil de comercializar. En el caso de 'El Espejo del Arte' ha sido aún más complicado. Alguna verdad está diciendo el documental para que haya sido bloqueado durante un año por los medios de distribución, centros culturales; y rechazado en más de 20 festivales.
Llegar a la Cineteca Nacional ha sido un camino muy complejo. Por suerte, el público mexicano reacciona de manera muy positiva a la cultura, quizá más que en otros países supuestamente más desarrollados o donde están más acostumbrados a tenerla accesible.
N: A través de sus trabajos como director y de la creación de la productora Embrujo Films ha tenido la oportunidad de ver dos facetas de la cinematografía, la dirección y la producción. ¿En cuál se siente más cómodo? ¿Con cuál se obtiene mayor beneficios?
Yo no me considero productor. Yo estoy del lado creativo y hacer cuentas no es precisamente mi fuerte. Yo prefiero estar detrás de la cámara. Pero hay ocasiones en que tienes que ser un poco empresario, un poco bailarina, vendedor de enciclopedias y lo que sea por sacar un trabajo adelante.
¿Beneficios? Este es un negocio no apto para personas que busquen la estabilidad y la seguridad. Es muy arriesgado, pero me gusta crear, filmar y concretar en la imagen lo que martillea en mi loca imaginación. El verdadero beneficio para mí no está en el dinero, sino en ver la sala llena, por ejemplo.
En menos de un mes, hemos conseguido llamar la atención de más de 20 instituciones y universidades en América Latina, que han solicitado proyectar el documental.
N: ¿Cree que es complicado que el género documental llegue a la gran pantalla?
No lo creo, es un hecho. Pero ahí va, poco a poco. Por suerte para los documentalistas, el cine comercial esta tan vacío, tan repetitivo, tan falto de ideas que la gente se aburre y busca algo más, algo distinto y los documentales ofrecen esos sabores exóticos que la comida basura a veces entierra en la memoria.
Cuando las salas se den cuenta empezarán a servir este plato de gourmet y la gente acudirá, siempre que los que hacemos 'pelis', aceptemos el reto y estemos a la altura.
N: ¿Cuáles son sus proyectos de futuro? ¿Se plantea continuar con el género documental u optar por la ficción?
No me considero documentalista, pero sí, hay un par de documentales en marcha que serán muy polémicos, pero también otros proyectos de ficción. Siempre he hecho un poco de todo, tengo muchas metas.
Desde programas de televisión para niños de calidad, por ejemplo, algo que llevo trabajando años y que está también en proceso, hasta la comedia más disparatada.
N: ¿Qué recomendaría a estudiantes y nuevos directores que quieren entrar en el mundo de la cinematografía?
Que sigan y sigan a pesar de los inconvenientes. Es un medio muy competitivo (¿cuál no?) y las puertas se cierran con mucha facilidad, pero que no traten de adaptarse a los lineamientos dictatoriales de la empresa o el mercado, ni abandonen nunca sus inquietudes y peleen por sacar adelante sus ideas les gusten o disgusten a quien sea. Venderse no es buen negocio.