MÉXICO DF, 11 Jul. (Notimex/ Notimérica) -
La vida y carrera de Gilberto Bosques, quien fuera el cónsul general de México en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y cuyas acciones salvasen de la persecución a 40.000 judíos y republicanos españoles entre 1939 y 1944, se dan cita estos días en el Centro Cultural Abbaye de Neumünster, de Luxemburgo, para conmemorar los 20 años de su fallecimiento.
Titulada 'Gilberto Bosques, un cónsul honorable', Luxemburgo junto a la Misión de México ante la Unión Europea realizan un homenaje póstumo a través de una exposición fotográfica en la que se relata la trayectoria y documentan aquellos hechos del filme de Lillian Lieberman, 'Visa al Paraíso', que otorgarían a Bosques el merecido pseudónimo de 'Schindler mexicano'-- en referencia al célebre empresario alemán Oskar Schindler que salvase a cientos de judíos durante el régimen nazi.
Gracias a la intermediación del cónsul mexicano en Francia, más de 40.000 refugiados judíos que vivían en Europa en tiempos de la Alemania de Adolf Hitler y del exterminio, consiguieron salvar sus vidas y abandonar el continente en la Segunda Guerra Mundial.
El diplomático, desde el puerto francés de Marsella, cumplió las órdenes del presidente mexicano Lázaro Cárdenas y facilitó la huída de miles de inocentes ante la persecución política, que derivara de la Guerra Civil Española (1936-1939), mediante la ocultación, documentación y entrega de pasaportes a México.
"Familias enteras se salvaron gracias a la política exterior mexicana, pero la labor de Gilberto Bosques en París cambió el destino de al menos 20.000 republicanos españoles que huyeron a Francia tras la Guerra Civil", han destacado los representantes de la Misión de México ante la Unión Europea (UE).
No sólo salvó de los campos de concentración a miles de judíos, sino también a polacos desplazados, alemanes, italianos y yugoslavos que llevarían finalmente a su arresto en febrero de 1943, por los oficiales nazis, durante un año y medio y antes de ser liberado en un intercambio por prisioneros alemanes.
Tras la Guerra, continuó con su carrera diplomática en Portugal, Suecia, Finlandia y Cuba. Y sería en la isla caribeña donde articulase la concesión de asilo de Raúl Castro en México y del pasaporte para Fidel Castro tras la liberación en la cárcel de la Isla de Pinos en 1955.
"La integridad personal y política de Gilberto Bosques, así como su incansable labor a favor de las víctimas de la persecución fascista forman parte de una larga y honorable tradición de la diplomacia mexicana y del Estado de México", ha señalado el embajador de México ante la Unión Europea, Juan José Gómez Camacho.
Gilberto Bosques ejerció de profesor, periodista, político y diplomático, nació en el estado mexicano de Puebla el 20 de julio de 1892 y murió a los 102 años, el 4 de julio de 1995 en la ciudad de México. Su labor en la historia ha merecido las puertas del Centro Cultural Abbaye de Neumünsterde que permanecerán abiertas hasta el 2 de agosto.