CIUDAD DE MÉXICO (Notimérica)
En sus escritos, el conquistador español del imperio azteca Hernán Cortés hablaba sobre una torre de calaveras de Tenochtitlan; unas historias que parecían no ir más allá del papel hasta ahora, cuando un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha descubierto un emplazamiento construido a base de cráneos en la que fuera capital de dicho mando.
En total, son cerca de 650 --en su mayoría pertenecientes a hombres-- , unas piezas que se unen a miles de fragmentos humanos encontrados junto al Templo Mayor, entre las que también aparecen restos de mujeres y niños. En su conjunto, el hallazgo de esta empalizada supone un enorme avance en la reconstrucción histórica de los relatos del conquistador.
Los aztecas tenían la costumbre de decapitar a las víctimas de sus sacrificios humanos. Después, los sacerdotes hacían agujeros en los cráneos y los colgaban unos junto a otros formando un muro de planta cuadrada o circular, a los que llamaban 'tzompantli'. Con estas prácticas, buscaban dar miedo a sus enemigos para protegerse de invasiones.
A pesar de que no sea el único descubrimiento de estas características --debido a que se han encontrado estructuras similares en lugares como Chichen Itzá o Tula-- ,es el primer tzompantli que aparece en los escritos del grupo de Cortés. En concreto, esta torre quedó registrada por las palabras del soldado español Andrés de Tapia, a su llegada en 1521, quien dijo que por aquel entonces contaba con más de 60.000 cráneos en su estructura.
No obstante, el mayor descubrimiento de esta gran torre es la inclusión de cráneos de mujeres y niños ya que, de acuerdo con 'Reuters', el equipo encargado del área de antropología física de las excavaciones del Huey Tzonpantli --cercanas al conocido Templo Mayor-- se esperaba que tan solo fueran halladas calaveras de hombres, quienes eran sacrificados como guerreros cautivos para ofrecérselos al dios Huitzilopochtli.