MADRID, 4 Jun. (Notimérica) -
País de contrastes y con una cultura única, México es una nación cambiante que a menudo se ve afectada por una visión exterior confusa o limitada al estereotipo de la violencia y el narcotráfico.
Pero el país es mucho más que eso, tal y como lo demuestran las fotografías de 52 autores que forman parte de la exposición 'Develar y Detonar. Fotografía en México, ca. 2015', abierta hasta el 30 de agosto en el Centro Cibeles de Madrid. Los artistas que tienen obras expuestas en el evento no son únicamente mexicanos, sino que también proceden de otras partes del mundo, como es el caso de la brasileña Luana Navarro.
Uno de los comisarios de la exposición, Gerardo Montiel Klint, habló con Notimérica acerca de los desafíos que conlleva hacer una revisión de la producción fotográfica mexicana de hoy y de la importancia de mostrar el trabajo de los jóvenes en todo el país. "Hay autores muy jóvenes, ya que en ellos reside el cambio. Se trata de fotógrafos de todo el territorio, de las comunidades indígenas, de personas que entraron en el circuito del arte y ahora, con las redes sociales, es posible".
Montiel dice que gran parte del trabajo vino a él a través de las conferencias celebradas en todo el país y también por el programa educativo Seminario de Fotografía Contemporánea, que ofrece becas para los jóvenes. Por ello, algunos de los fotógrafos expuestos tenían otra formación, como pintores o escritores, algo que no supone un problema. "La técnica no importaba tanto. Lo que importaba era que esos autores tenían una visión y lograban imponerla".
El comisario dice que, aunque algunos se encuentran en las regiones más remotas y aisladas del país, todos tienen acceso a Internet y un teléfono con cámara, lo que permite la producción de obras muy interesantes, como es el caso de las del artista Jesús Flores, que hace las fotos con su teléfono. "Es un joven que trabaja en la prostitución masculina y, si grabara con una cámara, lo matarían, pero en cambio, con el teléfono móvil no hay ningún problema".
Acerca de la violencia que afecta al Estado mexicano y que aparece de una manera clara y directa en muchas de las imágenes, y de forma más sutil en otras, Montiel revela que es "innegable que toda esa violencia que vivimos, esa descomposición social, esa construcción de la identidad a partir de la ilegalidad, provoque que muchos autores, mediante la ficción o la metáfora, hablen sobre ello".
Uno de ellos es Fernando Brito, de Culiacán, que fotografía los cuerpos de ejecutados a causa del narcotráfico. En la exposición, una de las imágenes de Brito está situada en el suelo y los visitantes caminan sobre ella sin darse cuenta de que se trata de una foto de un asesinato, lo que demuestra la brutal indiferencia que existe en la realidad. "Lo vemos todos los días, pero no nos preocupamos por ello", explica el comisario.
El caso de la desaparición de los 41 estudiantes de Iguala también aparece en la exposición 'Develar y Detonar', con una imagen que se ha convertido en emblemática para los mexicanos: los ojos. "Después de la desaparición, apareció el cadáver de un joven sin ojos y la fotografía se volvió viral". Metafóricamente, el artista Koral Carballo, que trabajó como fotógrafo de prensa, capturó un río de sangre y un primer plano de un ojo que, en realidad, pertenece a un animal.
La belleza y la sensualidad también aparecen en la exposición, abordadas desde diferentes puntos de vista, tales como las normas de la belleza, la prostitución o los travestis. Uno de los fotógrafos especializados en esta temática es el mexicano Nelson Morales, de Oaxaca, que fotografía a travestis y transexuales en la región donde nació y reside, Oaxaca, un lugar en el que el travestismo está bien visto y es aceptado como algo natural. "Cuando los padres ven que tiene una inclinación homosexual, incluso le alientan", revela Morales, que aparece travestido en las fotografías expuestas.
La gran particularidad de esta exposición reside en la diversidad de los trabajos expuestos, tanto en lo que respecta a la técnica, con imágenes abstractas, periodísticas o capturadas a través de un teléfono móvil; como el enfoque. "Tenemos a tres artistas de una misma región que realizan trabajos completamente diferentes. Sin embargo, al mismo tiempo, somos como vasos comunicantes." Montien añadió: "Si existe un país con una gran riqueza fotográfica y plástica, ese país es México".
El México "contradictorio, fascinante, terrorífico y apasionante" que Montiel relata se vuelve evidente en las imágenes expuestas. Y, si la exposición no da respuesta a preguntas clásicas como "¿de dónde somos y de dónde venimos?", aquellas que el comisario insiste en hacerse, por lo menos hace reflexionar sobre ellas.