LA HABANA, 19 Nov. (Notimérica) -
El 19 de noviembre de 1837 Cuba se convirtió en el primer país de Iberoamérica en tener un ferrocarril. El status colonial de Cuba durante la segunda mitad del siglo XIX fue lo que provocó que la isla fuera uno de los primeros países del mundo en probar los más novedosos avances de la ciencia y la tecnología.
Cuba se convirtió así en el séptimo país en el mundo en poseer este medio de transporte. El primer servicio de ferrocarril lo había logrado Inglaterra en 1825, luego le siguieron Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica y Rusia.
El desarrollo de los ferrocarriles en Cuba tuvo como motor a la industria azucarera, la cual necesitaba un medio de transporte eficaz para el traslado del azúcar y las mieles hacia los puertos para su exportación.
La Habana-Bejucal fue el primer trayecto de este ferrocarril inaugurado el 19 de noviembre. Todavía un proyecto bastante primitivo que se erigió con el esfuerzo de las manos de esclavos y de convictos principalmente en el que se calcula que murieron más de 2.000 trabajadores en su construcción.
LA MAQUINARIA
En 1835 se adquirieron ocho locomotoras y los carriles necesarios en Inglaterra. Los técnicos se contrataron en Estados Unidos. Para el año 1837 llegaron a Cuba las locomotoras inglesas fabricadas por la Braithwhith y Reanis y los carriles necesarios para su uso. En breve estas máquinas se sustituyeron por las norteamericanas Baldwin y Norris.