ASUNCIÓN, 26 Abr. (Notimérica) -
Narrador y poeta, Augusto Roa Bastos es considerado el escritor paraguayo más importante del siglo XX y uno de los más grandes novelistas de la literatura; además ejerció, como casi todos los grandes escritores, como periodista. Murió un día como hoy en 2005, a la edad de 88 años.
Su infancia transcurre en Iturbe, pequeño pueblo culturalmente guaraní, escenario y objeto referencial casi constante de su mundo novelístico. En 1932 se alistó en el ejército durante la guerra del Chaco, guerra que enfrentaba a Paraguay y Bolivia. La experiencia de la guerra le sirvió para nutrirse de anécdotas e historias que le influenciaron posteriormente en su literatura como es su novela 'Hijo del hombre'. Obra que abarca más de 100 años de historia paraguaya cuyo rigor técnico destaca al igual que lo hace la fuerza de la prosa mestiza con la que transcribe el habla original.
Tras algunos años ejerciendo de periodista en diarios como 'El País', en 1947 tuvo que abandonar Asunción amenazado por la represión del Gobierno. Augusto Roa Bastos vivió casi siempre en el extranjero, especialmente en Buenos Aires donde ejerció como periodista, conferenciante y profesor.
En 1953 publicó su colección de cuentos 'El trueno entre las hojas' pero no fue hasta 1974 cuando dio el gran salto gracias a la obra 'Yo, el supremo', inspirada en la vida del que fue dictador de Paraguay, José Gaspar Rodríguez de Francia, entre 1814 y 1840. En ella profundiza en las raíces del español paraguayo, potenciando la creación de neologismos, deformaciones y continuos juegos tanto léxicos como sintácticos.
Sin embargo, la espléndida obra fue prohibida años más tarde por el dictador argentino Jorge Rafael Videla, lo que provocó su exilio a Francia. Intentó volver a Paraguay en 1982 pero fue expulsado y se le confiscó el pasaporte, acusado de adoctrinar con ideologías marxistas a los más jóvenes.
PREMIO CERVANTES
Además de escribir varios guiones cinematográficos, otras de sus obras son 'El pollito de fuego' (1974) o 'Lucha hasta el alba'. Roa Bastos recibió varios premios pero el más importante de su carrera le llegó en 1989, cuando le otorgaron el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras castellanas. Al año siguiente obtuvo la Orden Nacional del Mérito de Paraguay.
Fue un opositor activo al Gobierno de Stroessner y poco después de la caída del dictador, regresó a Paraguay con la intención de estimular y orientar a los jóvenes de su país. Publicó otras cuatro novelas y adaptó al teatro su obra 'Yo, el supremo'.
Un traumatismo cerebral acabó con su vida a los 88 años, dejando tras sí un legado rico en juegos, tradiciones, misticismos y lo más importante: un lenguaje moderno, flexible, con el que pudo abordar los temas más profundos y reflexivos de la sociedad.